La Generalitat todavía no sabe cuál será el objetivo de déficit para este año. Lo que sí tiene claro es que, aunque consiga que el Gobierno central lo relaje, el rigor se impondrá sobre las cuentas públicas. Y las tijeras volverán a hurgar en las tripas del sector sanitario, que llega menguado a una nueva oleada de recortes. Aun en el mejor de los escenarios —un objetivo del déficit del 1,5% o 2%—, el hachazo a los hospitales públicos y sus trabajadores ascenderá a hasta el 10%, según ha informado el Departamento de Salud y su consejero, Boi Ruiz, en reuniones mantenidas en los últimos días.
Font el Pais, més informació aquí
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